miércoles, 30 de junio de 2010

NUEVA ETAPA, VIEJOS VALORES

(Article en castellà per encarrec de http://www.madrid-barcelona.com/)
Se ha terminado la etapa Laporta en el Barça. Ha sido prolífica en éxitos deportivos pero también decadente institucionalmente.
Un buen resumen sería que el equipo ha aguantado al club mientras que la institución ha sido zarandeada en demasiadas ocasiones por la directiva. Ha sido un periodo excesivamente presidencialista en el qué Laporta empezó creyéndose el refundador del club y ha acabado convierténdose en un mártir sin sentido.
Prometió abrir la entidad a todos los barcelonista y luego resultó que sólo lo hizo a los que seguían su doctrina.Hasta 15 directivos le abandonaron y los que se quedaron quisieron apartarse de él en la hora de la sucesión. Ha mandado con mano de hierro pero de espaldas a los socios olvidando que son a los que hay que rendir cuentas. Un craso error impropio de un tecnócrata como él.
El peor agravio ha sido utilizar el club para hacer política. Su política. Utilizando una expresión del maestro Ramón Besa: Laporta nos hizo perder el miedo hasta que él mismo nos empezó a dar miedo. Pero Laporta ya es pasado.
Ahora se abre una nueva etapa en la que Sandro Rosell tiene que recuperar los valores que verdaderamente hacen del Barça más que un club. Deberá ser fuerte para mantener la independencia económica, política y social de una institución de la que muchos quieren sacar provecho. La garantía es que ya dimitió en 2005 cuando vió que no se cumplía con lo prometido.
Rosell no debe olvidar nunca que el Barça es un club socialmente transversal y políticamente plural. Sin renunciar a su catalanidad, debe proyectar un Barça más universal y más global que nunca. Estoy convecido de que esta nueva etapa traerá un Barça mejor y más grande. Rosell es inteligente,astuto,espabilado y perseverante y cuenta con una directiva de gente que se ha ganado el prestigio antes de llegar al Barça y no gracias al Barça. Sabrá mantener los pies en el suelo y darle contenido a la expresión de que el socio es el único propietario del club que ha repetido hasta la saciedad en campaña electoral.
Estoy convencido de que Rosell y su junta directiva cumlirán con lo que quiere el socio: que el equipo siga ganando, que la directiva gestione con prudencia y de una buena imagen, y que el club recupere su prestigio institucional. Seguro que harán un Barça mejor. No nos falles Rosell, no nos falles.

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